como distribuir el peso en tu mochila

🎒 Guía Definitiva de Mochilas de Trekking: Cómo Elegir Litros, Ajustarla y Distribuir el Peso

Elegir una mochila es como elegir pareja: tiene que adaptarse a ti perfectamente y acompañarte sin ser una carga. Si al terminar el día te duelen los trapecios o tienes marcas rojas en los hombros, algo está fallando.

En esta guía aprenderás a seleccionar el tamaño correcto y, lo más importante, el arte olvidado de regular las correas para que la gravedad juegue a tu favor.


1. El Tamaño Importa: ¿Cuántos Litros Necesito?

La capacidad de las mochilas se mide en litros. El error número 1 es comprar una mochila gigante «por si acaso». Recuerda la Ley de Parkinson: «El equipaje se expande hasta llenar el espacio disponible».

  • 20L – 30L (Salidas de Día):

    • Uso: Senderismo de una jornada.

    • Cabe: Agua, comida, chubasquero, forro polar y botiquín.

  • 35L – 50L (Fin de Semana / Refugios):

    • Uso: Travesías de 2-3 días durmiendo en refugios (sin tienda ni saco grueso) o actividades invernales de un día (donde la ropa ocupa mucho).

  • 50L – 70L (Trekking Autónomo):

    • Uso: La categoría reina. Viajes de varios días llevando tu «casa»: tienda, saco, esterilla y cocina.

  • +75L (Expediciones):

    • Uso: Viajes de semanas en autosuficiencia total o alpinismo de carga pesada.


2. Anatomía de la Mochila: El Cinturón es el Rey

Mucha gente cree que la mochila se carga con los hombros. Falso. El 70-80% del peso debe recaer en tus caderas, no en tu columna.

  • El Cinturón Lumbar (Hip Belt): Debe ser acolchado, robusto y abrazar tus crestas ilíacas (los huesos de la cadera). Si el cinturón es malo, la mochila es mala.

  • La Talla de la Espalda: Sí, las mochilas tienen talla (S, M, L) o son regulables. La medida no es tu altura total, sino la longitud de tu torso (desde la base del cuello hasta la cintura).

  • Versiones Mujer vs. Hombre: Las mochilas de mujer suelen tener un torso más corto, cinturones con un ángulo diferente para caderas más anchas y correas de hombros en forma de «S» para no oprimir el pecho.


3. Tutorial: Cómo Ajustar la Mochila (Paso a Paso)

Haz esto cada vez que te pongas la mochila cargada. El orden altera el producto.

  1. Afloja TODO: Suelta todas las correas (cintura, hombros, pecho).

  2. Carga la Mochila: Póntela.

  3. El Cinturón (La Base): Inclínate un poco hacia adelante. Coloca el cinturón de modo que abrace tus huesos de la cadera (mitad hueso, mitad cintura). Aprieta fuerte. Ahora deberías sentir el peso en las piernas, no en los hombros.

  4. Las Hombreras (El Equilibrio): Tira de las correas de los hombros hacia abajo y atrás. Deben envolver los hombros sin clavarse. Solo sirven para que la mochila no se caiga hacia atrás.

  5. Tensores de Carga (Load Lifters): Son esas correas pequeñas encima de los hombros. Tíralas suavemente. Esto acerca la parte superior de la mochila a tu cabeza (ángulo de 45º), estabilizando la carga.

  6. Correa de Pecho (Esternón): Abróchala sin apretar demasiado (debes poder respirar hondo). Su función es que las hombreras no se abran hacia las axilas.


4. Tetris de Montaña: Cómo Distribuir el Peso

El orden en que metes las cosas cambia tu centro de gravedad.

  • Zona 1: Fondo (Ligero y Voluminoso):

    • Saco de dormir (sin funda de compresión para que rellene huecos) y ropa de recambio que no usarás hasta la noche. Esto crea una base amortiguada.

  • Zona 2: Medio y Pegado a la Espalda (LO PESADO):

    • Agua, comida densa, tienda de campaña (varillas fuera), equipo de escalada.

    • Por qué: Queremos el peso cerca de tu columna para no tirarte hacia atrás.

  • Zona 3: Medio y Alejado (Medio peso):

    • Ropa extra, cocina, gas. Rellena los huecos alrededor de lo pesado.

  • Zona 4: Tapa y Bolsillos (Acceso Rápido):

    • Mapa, brújula, gafas, crema solar, barritas, chaqueta impermeable, botiquín.

Truco Pro: Intenta que la mochila sea compacta. Evita llevar muchas cosas colgando fuera (cantimploras tintineando, esterillas golpeando ramas). Todo lo que cuelga desequilibra y se engancha.


Conclusión

Una mochila bien ajustada se siente como un abrazo, no como una carga. Tómate el tiempo en la tienda para probarla con peso real (pide sacos de arena al dependiente). Tu espalda te lo agradecerá en el kilómetro 20.